No hay título. Sólo yo.
- Aline Rivas
- 28 abr
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 may
Desde el cactus que palpita con fuerza
en el centro de mi pecho,
Quiero confesar a aquellos a quienes el tiempo ha cambiado:
mi marea es distinta, Modificando el oleaje en mi cuerpo.
He sentido el viento frío del desierto
en este invierno -sí, es invierno otra vez-,
pero ahora algo es diferente.
Me siento viva.
No puedo explicar cómo o por qué.
Hace frío afuera -lo sé-,
pero afronto esta temporada con los ojos abiertos
y los labios cerrados,
porque si algo sé
es que necesito mantener mi calor.
El clima podría traer cualquier cosa por delante,
pero estoy preparada
El mar parece estar en calma,
y eso me trae paz.
No hay lágrimas.
No hay miedos.
Alguna fuerza creció en mi interior
sin hacer ruido,
sin dudas.
Comencé a sanar.
He caminado por estas colinas
para contemplar la vista,
pero hay algo distinto.
No importa si voy por la noche o por el día,
este lugar no es mío,
aunque he adoptado su arena y su brisa.
Sigo siendo un turista,
Un foráneo,
un extraño,
y al mismo tiempo,
un amante.
Bailo cuando llueve con furia sobre las montañas y las playas
y admiro cómo brotan las flores después de una noche catastrófica.
Disfruto cuando el sol
me quema la piel
y me broncea.
Cuando los poderosos rayos del sol
secan los montes y las hojas,
y todo parece muerto ¡Eso es belleza pura!
Amo el cielo azul
sin una nube sobre nuestras cabezas.
El olor a mango fresco
proveniente de tu patio,
tan verde,
como nunca.
Los pájaros cantan cada día
una melodía que no puedo entender,
Pero se siente como estar en casa.
Prendo la radio
para escuchar viejas canciones,
viejas noticias,
viejos tiempos.
Y de repente, todo es un recuerdo.
Mis ojos se pierden en medio del fregadero,
donde estoy lavando platos sucios.
El agua corre como todos los años pasados.
Rápido.
El tiempo es solo un parpadeo.
Gris.
Amanece, y afuera
Los pájaros entonan melodías
Que no comprendo, pero entiendo.
Sonrío.
Permanezco entre las sábanas
Por más tiempo del que me gustaría admitir
Pero la pesadez de la incertidumbre
Limita mis movimientos.
Mi habitación permanece oscura
A pesar de que ya entró bien la mañana
Y mis cabellos alborotados,
La mirada perdida, y la ausencia de ánimo
Continúan, aunque he visto el cielo despejado
Y un día soleado desde mi ventana.
¿Qué he sido sino es tristeza?
Fallas en la existencia
Memorias borrosas de alegrías pasajeras
Vacío inmenso en todo mi pecho. Qué ha sido de los días sin sol
Y cielo sin estrellas De días nublados y canciones tristes Soy solo un cuerpo que espera y espera Sin que el reloj se detenga A vivir, finalmente Feliz, o como sea que se viva Cuando no se pierde el fuego interno.¿Quién se ha llevado mi sonrisa?AUTOR: ALINE RIVAS BONILLArivas.alin@gmail.comIG: @alinevasri
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